EL INCAel Inca era el soberano del Tahuantinsuyo que reunía en su persona tanto el poder político como religioso. Su poder era absoluto, sus órdenes se cumplían con la mayor celeridad sin que nadie las discutiese, pese a esto gobernó para beneficio popular, sin llegar al despotismo que fue la característica de las grandes monarquías absolutistas de la antigüedad. Residió en el Cusco donde cada Inca construyo un magnífico palacio; el Cusco se convirtió, así, en la Ciudad Capital de este Imperio poderoso y, desde allí, se ejerció la labor gubernamental que a lo largo del extenso territorio debieron cumplir los funcionarios al servicio del estado y de la colectividad.
Organización política del Imperio Inca
El Imperio de los Incas fue desde el punto de vista de organización política, fue una monarquía absolutista y teocrática.
El poder estaba centrando en el Inca a quien se le consideraba de
origen divino. El derecho de gobernar se tenía por herencia. De esta
forma el esquema de la organización política era el que sigue:
- El Inca
- El Concejo Imperial
- El Auqui (Príncipe Heredero)
- El Apunchic (Gobernador)
- El Tucuyricuj
- El Curaca
Fue un organismo asesor integrado por los jefes de cada uno de los Suyos, vale decir, por los cuatro Suyuyuc-Apu. Se reunían bajo la dirección del Inca a quien daban cuenta de su labor desarrollada en sus respectivas regiones. Asesoraban y aconsejaban al monarca sobre cuestiones de mayor trascendencia para agilizar y perfeccionar el proceso administrativo-político del Imperio.
INDEPENDENCIA DEL PERÙ
La ineptitud del virrey Joaquín de la Pezuela provocó su derrocamiento aceptado por Fernando VII. Su sucesor en 1821, el general José de la Serna conferenció con San Martín, quien intentó inducirle a unirse a los insurgentes. Al no conseguirlo, San Martín adoptó la vía militar, logró la victoria, entro en Lima el 10 de julio de 1821 y proclamó la independencia del Perú el 28 de Julio de 1821. Pero los criollos no le apoyaron por que temían que los indios libres cometieran desmanes contra ellos y sus propiedades.
A lo largo de toda la campaña, San Martín se había afirmado como un lider pacifista, y así lo demostró al ocupar Lima.